Piensas que el problema está en las pocas habilidades digitales que tienes para eso de la creatividad.
No como María, que hace unos vídeos fabulosos y la mar de bonitos.
También está tu comunicación.
«Lo bien que habla a cámara esa chica, oye.»
«No como yo, que parece que no sé ni vocalizar.»
Sería todo mucho más fácil.
Tampoco ayuda tu espacio de trabajo, ¿verdad?
Claro. Trabajando desde el salón con todos los juguetes de tus hijos por ahí tirados.
Con esos muebles que ya deberías haberlos jubilado hace años y sustituido por unos más modernos, de esos blanquitos.
Eso no ayuda tampoco para grabarte.
Y tus looks, por supuesto.
No puedes presentarte al mundo con ese jersey con pelotillas. Necesitas ir de compras y conseguir prendas actuales que te den ese toque de elegancia y personalidad.
¿Dónde vas con esa ropa para hablar en un reel?
Por no hablar de la falta de títulos colgados en tu pared. Esos que te dan autoridad y respeto.
¿Quién eres tú para hablar de esos temas? ¿Acaso te crees alguien?
Mira. Te voy a contar algo que sé que sabes pero no te interesa saber.
El problema de tu bloqueo con la exposición no tiene nada que ver con tu ropa, ni con tu espacio de trabajo, ni con los títulos que te faltan en la pared.
El resto son excusas.
Te van a criticar.
Te van a decir que quién eres tú para hablar de esas cosas.
Pero también sabes que te aplaudirán. ¡Qué vergüenza!
Y te darán las gracias por ayudar a miles de personas que están en tu misma situación (no me lo merezco)
Y te saldrán clientes aunque sólo sea para confirmar que es cierto todo eso que dicen de ti.
Y ganarás pasta.
Y tendrás éxito.
Y te sentirás orgullosa de ti misma y del estilo de vida que te has creado.
Y prefieres quedarte como actriz secundaria.
La que va por detrás dos pasos.
Por detrás de la amiga.
Por detrás de la pareja.
Por detrás de los compañeros de clase.
Y los compañeros de trabajo.
Por detrás de sus hijos, de su marido y de su suegra.
Por detrás de sus padres, de tu hermana y de tu primo.
Por detrás.
En segundo plano.
Siempre.
Da igual si eres emprendedora o funcionaria o trabajas en una pastelería o estás en el paro.
Te guste o no, tienes una marca personal.
La movida está en querer sacarla a la luz y potenciarla.
Es tan grande la oportunidad de la marca personal ahora mismo que no va de ser la mejor. Va de ATREVERSE y SER CONSTANTE.
Y esto está al alcance de cualquiera.
Sólo tienes que tomar una decisión.
Aquí te dejo el primer paso.
Tú decides si quieres seguir siendo «la amiga» o ser la protagonista de tu f*cking película.
Ahora hace falta tu confirmación legal y humana.
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